Desde los tiempos antiguos, se ha establecido una enseñanza
moral que debería identificar una persona cristiana. El catolicismo
o el cristianismo dan a conocer a través de las sagradas escrituras un conjunto
de vicios opuestos a la enseñanza de lo moral, lo cual se conoce como “Los
siete pecados capitales” y se clasifican en: la lujuria, la gula, la
avaricia, la pereza, la ira, la envidia y la soberbia.
¿Será que los siete pecados capitales aún son una referencia
para el orden moral en la actualidad?
Fernando Savater en su libro “Los Siete Pecados Capitales”
analiza las contradicciones y aristas que los pecados conocidos causan en el
contexto de nuestros días.
Savater dice que la base de ésta sociedad consumista en la que
se vive está sustentada en el complacer deseos. Es de esta manera como se le da
forma a la vida. A partir de saciar una necesidad, se pasa al estado de
ociosidad y se crean nuevas y divertidas maneras de saciar las necesidades.
El pecado no es más que reprimir el deseo incontrolado, y -dicho
de Savater- el pecado es siempre contra alguien. Porque cuando sacias
deliberadamente la ira o la lujuria sin límites, y solo vives lo bien que esto
te hace sentir, lastimas siempre a un tercero.
El enojarse con una persona, no es pecado, pues es natural en el
ser humano enojarse en algún momento; pero no puedes llenarte de ira, y agredir
terriblemente contra una persona.
Imponer el deseo de uno mismo sobre los demás, deseando las
cosas que no se pueden tener, y acaparando el dinero o alimento de los demás
son acciones que hasta el día de hoy afectan a la sociedad; así como afectó en
el pasado.
En la película
Seven describen como de forma muy cruel un psicópata asesina a siete
personas que se caracterizaban por tener un pecado diferente clasificado en los
siete pecados capitales.
En la actualidad todos conocen los siete pecados capitales pero
no practican la moral enseñada en las iglesias, pues el liberalismo de la
sociedad ha hecho que lo importante de la vida sea el goce y satisfacción de
los deseos carnales, complaciendo sus caprichos.
Los pecados son la tentación de los seres humanos, pues entre
más se le prohíba al ser humano hacer algo más le llama la tentación hacer o
probar lo prohibido.
Existe una minoría algunos religiosos, otros no, que aun tratan
de guardar aquellas enseñanzas de la moral evitando cometer alguno de los
pecados capitales.
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